Urbanismo saca a exposición pública el plan estructural tras subsanarse los errores que señalaron los informes sectoriales tras su aprobación en 2015. Se busca el visto bueno de la conselleria antes de las elecciones
DIARIO INFORMACIÓN 04/03/2023
Ocho años después, transcurridos dos mandatos municipales, el Ayuntamiento de Alicante ha reactivado el proceso urbanístico para la construcción del futuro Parque Central y la Estación Intermodal. La Concejalía de Urbanismo, a través de la Oficina del Plan General, ha decretado la exposición al público durante un plazo de veinte días del Plan Especial, a contar tras su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). Este trámite supone desbloquear un proyecto que el Pleno aprobó inicialmente en el año 2015, pero que luego se quedó en un cajón.
Los informes sectoriales desfavorables recibidos en su momento, vinculados a áreas como Educación o la Red General de Vías Pecuarias, además del cambio en la legislación, han obligado a ajustar el documento, subsanando los errores detectados en la redacción inicial.La hoja de ruta pasa por que antes de las elecciones del 28-M se apruebe por el Pleno municipal el plan estructural, que también se busca que cuente con el visto bueno de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Transportes antes de la disolución de las instituciones por la cita con las urnas. Según el Ayuntamiento, el compromiso compartido por la conselleria es que esa nueva ordenación estructural de la OI/2 que ampara la prolongación del Parque Central hasta la intermodal pueda quedar aprobada en la última reunión de la Comisión Territorial de Urbanismo de esta legislatura. Cuando se superen estos trámites con el plan estructural, ya podrá impulsarse la construcción de la Estación Intermodal, que todavía está por decidir si será un trabajo que quede en manos de ADIF o desde AVANT.
Luego, llegará el momento del plan pormenorizado, que ya está muy avanzado, según fuentes municipales. Este documento se someterá a una consulta pública previa a su aprobación en el Pleno municipal. A continuación, se someterá a la obligada exposición al público, como paso previo a su validación definitiva por parte de la Corporación alicantina, que si todo avanza a buen ritmo podría producirse antes de terminar este año. Este documento no tendrá que ser remitido a otras administraciones. El objetivo, más a medio plazo, es que la simbólica primera piedra del Parque Central se ponga durante el próximo mandato municipal. Se prevé que tras el desarrollo del programa urbanístico, con el proyecto de urbanización y reparcelación, se promueva en un primer momento la construcción de los viales y las zonas verdes, cuya recepción daría paso a la construcción de las viviendas.
Detalles
Para el concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos), «en esta etapa del desarrollo del proyecto se cumplen tres objetivos básicos». Por un lado, «se separa la ordenación estructural -que es la que se expone- de la pormenorizada, que quedará exclusivamente en manos municipales». Por otro, «se subsanan todas las alegaciones de los informes sectoriales negativos presentados por diferentes organismos tras su aprobación inicial en marzo de 2015», donde iban unidos el estructural y el pormenorizado. Por último, «se marcan las condiciones urbanísticas de la futura Estación Intermodal”.
El proyecto resultante apuesta, según Urbanismo, por la transversalidad en los recorridos entre las calles y barrios del entorno, de modo que se configure un parque permeable de 156.000 metros cuadrados para los desplazamientos peatonales entre zonas que han estado separadas por las vías del ferrocarril. El objetivo es la extensión de la superficie de zona verde hasta las proximidades de la Estación Intermodal, hacia la avenida Salamanca, de modo que se configure «un parque en continuidad sin que puedan intercalarse volúmenes para la promoción de viviendas«.
Con este documento se pone las condiciones de la futura Estación Intermodal, que permite el uso del suelo para oficinas, hotelero y comercial en todas sus modalidades, exceptuando la actividad comercial de uso alimentario superior a 400 metros cuadrados, mientras que prohíbe el uso residencial. La edificabilidad máxima es de 68.000 metros cuadrados de techo, pudiendo variar hasta el 10% de las mismas, al alza o a la baja, sin superar nunca la edificabilidad comercial que se considera máxima. En el sector hotelero un máximo de 11.000 metros cuadrados de techo, para oficinas se contemplan 10.000 metros cuadrados de techo, mientras que para uso comercial se destinan 25.000 metros cuadrados de techo. Quedará una reserva para uso ferroviario 22.000 metros cuadrados de techo.