ALICANTE PLAZA 19/11/2021

Han tenido que pasar 18 años desde que se comprometiese su construcción, junto a las obras de la llegada del AVE a Alicante. Pero, ahora sí: la sociedad Avant, responsable de esas obras y de la reurbanización del espacio liberado de las vías, encarrila el primer paso que resulta necesario para definir la ubicación y las características de la futura estación intermodal, así como su integración urbanística.

Lo hace con la propuesta de adjudicación del estudio de alternativas que sus tres socios (el Gobierno, a través de Adif y Renfe; la Generalitat y el Ayuntamiento de Alicante) acordaron encomendar para poder escoger el planteamiento que resulte más apropiado. Salvo imprevisto, el encargo quedará en manos de la UTE Peñín Vicedo, compuesta por los gabinetes de arquitectura de Peñín Arquitectos S.L.P. y Emilio Vicedo Ortiz, en función de la clasificación de ofertas aprobada por la mesa de contratación de Avant este miércoles, día 17. Además de sus respectivos equipos, la UTE contará con la colaboración del arquitecto Manuel Lillo y del ingeniero de Caminos Mauricio Úbeda Muller.

La experiencia y la disponibilidad de equipos multidisciplinares ofertada por los componentes de la UTE habría sido, de hecho, uno de los factores cruciales que habría decantado la decisión, al margen del factor precio. El concurso partía con un presupuesto de licitación de 100.000 euros (121.000 euros con impuestos), mientras que la oferta de la UTE preseleccionada plantea un precio de 80.400 euros (sin impuestos).

Fuentes consultadas incidieron en que la adjudicación se convertirá en firme en las próximas semanas, con lo que la UTE deberá entregar su trabajo en torno al próximo mes de octubre de 2022, ya que el pliego prevé un plazo de ejecución de 10 meses para la presentación del trabajo. Como avanzó Alicante Plaza, ese trabajo consiste en trazar distintas opciones para situar todos los elementos que deben tener cabida en la llamada Fase B de la Operación Integrada Número 2 (OI/2). Es decir, además de la nueva terminal específica para el ferrocarril, la conservación de su edificio histórico actual, el espacio para ubicar la terminal de autobuses y el encaje de parte de las viviendas previstas en el conjunto de la OI/2 con cuya comercialización posterior se pretende contribuir a financiar el importe de las obras de todo el sector.

En las bases del concurso, que se acabó convocando en septiembre (dos meses después de que se acordase su licitación), especifica que la superficie sobre la que se debe intervenir es el espacio comprendido entre las calles Santo Domingo, Benasau, Bono Guarner, avenida de Salamanca y el frente inacabado del barrio de Alipark que abarcaría una superficie aproximada de 130.000 metros cuadrados.

En la actualidad, en ese espacio se sitúa la infraestructura ferroviaria correspondiente a la estación de Alicante y la playa de vías de acceso. Además, el pliego incide en la necesidad de favorecer la permeabilidad entre ese ámbito y las zonas residenciales que se sitúan en sus bordes.

Así, en cuanto se confirme la adjudicación, el reto de la UTE que -salvo sorpresa- acabará asumiendo el contrato, consiste en plantear un mínimo de tres y un máximo de cinco alternativas distintas para organizar todos esos elementos, después de que ya se haya avalado la ubicación prevista para la nueva terminal del tranvía: el entorno de la antigua parada de taxis, en la parte más próxima a la avenida de Aguilera.