EL MUNDO – 22/10/2016
La Generalitat y el Ayuntamiento eliminan por el momento las viviendas para comenzar la actuación y la dividen en dos fases
Ocho meses después de que el tripartito que gobierna Alicante anunciase la revisión del proceso de soterramiento de las vías ferroviarias aprobado en 2015 por el Ayuntamiento entonces gobernado por el PP y sin ejecutar, ya hay fecha para ver los primeros resultados: finales de 2019.Todo ello, después de que la Generalitat haya dado el visto bueno al proyecto desbloqueando una de las situaciones más conflictivas en la ciudad durante el último lustro.
El anuncio llegó ayer de la mano del alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, después de una reunión en la que tanto Ayuntamiento como Generalitat rubricaron el «carácter estratégico del plan de la OI-2» (proyecto de ejecución) y la necesidad de dotar a la ciudad de Alicante de nuevos espacios verdes. No obstante, el desbloqueo trae aparejado un condicionante. No será una obra integral, como estaba planeado, sino una actuación en dos fases. Los tres líderes del tripartito, además de Echávarri, el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón y el portavoz del Gobierno, Natxo Bellido, lo acordaron ayer en la reunión con el director de General de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, José Luis Ferrando, el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, el director general de Avant, Javier Martínez Barco, así como técnicos de las dos administraciones para perfilar la actuación.
El tripartito llevará a pleno una nueva aprobación provisional del plan de la operación integrada nº 2 (OI-2) para introducir en la ordenación del sector dos unidades de ejecución. La primera, explicaron tras la reunión, incluye la actual infraestructura ferroviaria en superficie -incluida la actual estación-, cuyo desarrollo se aplaza. La segunda, de ejecución inmediata durante el resto del mandato, se realizará en los terrenos libres de vías sobre los que empezar a desarrollar el parque central entre el antiguo paso a nivel de Ausó y Monzó y la Vía Parque, incluyendo también terrenos del borde norte del barrio de Alipark que precisan ser urbanizados.
Previamente, será consultado a Adif, se someterá a información pública y se resolverán las alegaciones que puedan presentarse. Tras la aprobación definitiva por parte de Conselleria, el Ayuntamiento convocará un concurso de ideas para el parque, los edificios asociados y el puente rojo en el ámbito de la unidad de ejecución B, al ser la primera en hacerse.
UN MIRADOR
El alcalde, en su visita posterior al barrio de La Florida, anunció que el puente rojo actual se convertirá en un mirador: «Como elemento central, lo que aminora el coste porque desmontarlo tenía un coste». Pero posteriormente desde Urbanismo se matizó que se han considerado tres alternativas que serán estudiadas técnica y económicamente: el mantenimiento del puente, su demolición total y la conservación de su tramo central, el de mayor valor icónico y paisajístico, para reutilizarlo como mirador sobre el parque. Para ello, se convocará el concurso de ideas previo.
En lo que sí coinciden los tres socios, como explicó el propio Echávarri, es que la actuación «suturará la cicatriz que divide Alicante en dos» al unir los barrios de PAU 1 y La Florida. Y es que todos los casos debe quedar garantizada la continuidad del «río verde» del parque bajo la Gran Vía: si se mantiene el puente, que sería objeto de medidas de reducción del ruido del tráfico como la disposición de pantallas acústicas, el parque pasaría por debajo, y si el puente se derriba total o parcialmente la solución pasaría por deprimir el parque bajo la Gran Vía, que discurriría como un puente, pero sin rampas, sobre el parque, de un modo parecido a los puentes que cruzan el antiguo cauce del Turia en Valencia. En cualquier caso el puente rojo será objeto del concurso de ideas que convocará el Ayuntamiento, explicaron desde Urbanismo.
Una vez que se apueste por alguna de las propuestas presentadas al concurso, que también serán valoradas por la ciudadanía, se redactarán y tramitarán los proyectos de urbanización y reparcelación de la unidad de ejecución B para que sus obras puedan iniciarse antes de que acabe el mandato.
EL PROBLEMA
La principal novedad respecto al proyecto inicial es que la ejecución del Parque Central iba ligado a la obtención de plusvalías por la venta de viviendas y locales comerciales. Plusvalías de las que sería propietario Adif. No obstante se ha dejado fuera la construcción de viviendas por el momento, para que pueda iniciarse la actuación sin obstáculos entre administraciones. De hecho, el propio Echávarri señaló que ese modelo de plusvalías no le gusta y que eran el «gran problema».
Respecto a la financiación el proyecto Echávarri tan sólo dijo que se buscará el dinero a través de «reajustes económicos», sin definir por el momento su alcance.