ALICANTE PLAZA 03/10/2023
La configuración de la futura estación Intermodal de Alicante, destinada a agrupar el tren, el tranvía y los autobuses interurbanos en los terrenos liberados de las vías del ferrocarril, podría pasar por una remodelación que permita redimensionar cada una de esas terminales para que las tres pudiesen tener encaje en subterráneo, sin generar problemas de tráfico en una zona céntrica como el entorno de las avenidas de Salamanca y Aguilera y la calle Bono Guarner.
Cuando menos, así lo planteó este lunes el alcalde de Alicante, Luis Barcala, al ampliar las explicaciones facilitadas hace más de una semana respecto a la necesidad de repensar el proyecto, en una entrevista concedida a Radio Alicante. Y así lo apuntaron también fuentes consultadas respecto a las pretensiones de la Conselleria de Medio Ambiente, Aguas, Infraestructuras y Territorio por lo que respecta a la estación de tranvía proyectada en el entorno de los actuales terrenos de Renfe, propiedad de Adif.
En primer término, el primer edil señaló que la reflexión que cabría abordar consistiría en una posible reorientación de la estación del tranvía para que pudiese modularse sus dimensiones, ya que, a su juicio, en lugar de contar con una megaestación como la que ya existe en Luceros, lo relevante sería que se dejase el camino preparado para prolongar el servicio con futuras líneas hacia los barrios de la zona sur, como San Gabriel. Además, insistió en que la reducción de su tamaño procuraría el espacio necesario para que la estación de autobuses interurbanos pudiese soterrarse en el mismo ámbito de la denominada Operación Integrada número 2 (OI/2), lo que evitaría que se incrementasen los problemas de tráfico en el entorno como consecuencia de la mayor presencia de autocares.
En esta línea, añadió que esas modificaciones no supondrían acortar las dimensiones del Parque Central en tanto que esa zona verde se mantendría con los parámetros previstos hasta ahora en la propuesta de ordenación estructural aprobada provisionalmente por el pleno del Ayuntamiento de Alicante el pasado mes de mayo al situarse íntegramente en el nivel de superficie.
Por lo pronto, fuentes consultadas precisaron que el departamento autonómico de Infraestructuras y Territorio que coordina Salomé Pradas estaría evaluando también posibilidades de modificar el proyecto actual, trazado bajo la etapa del anterior Consell del Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem EU), con la intención de rebajar la profundidad planteada hasta ahora (a una cota de entre 15 y 16 metros) lo que permitiría abaratar costes de construcción en cuestiones como la necesidad de incorporar refuerzos en su estructura para hacer frente al peso de la capa de tierra a situar sobre su losa, o para garantizar su estanqueidad al alcanzar el nivel freático. Se trataría sólo de una posibilidad que comprendería un ajuste técnico del proyecto que, según las mismas fuentes, podría considerarse viable sin excesivas complicaciones.
A esa hipótesis se sumaría también la posibilidad de retomar el proyecto original, planteado durante los mandatos precedentes del PP en el Consell, antes de 2015, en el que se descartaba la construcción de una gran estación subterránea en ese emplazamiento y se optaba por una suerte de parada subterránea que prolongaba el recorrido del tranvía hacia futuras prolongaciones.
Entre tanto, lo cierto es que el concurso convocado el pasado mes de abril para contratar la realización de las obras de dicha estación sigue en trámite de evaluación de las diez ofertas presentadas, sin que se haya acordado una paralización oficial del proceso de licitación y sin que se haya planteado todavía una propuesta de adjudicación definitiva. Por lo pronto, la ejecución de esas obras supondría una inversión global plurianual de 132 millones, de los que ya se habrían consignado los primeros 35,6 millones en los presupuestos de la Generalitat para este 2023.