El alcalde de Alicante desvela, durante el balance de los cien días de gobierno, que el Ayuntamiento y la Generalitat estudian si la infraestructura debe mantenerse junto a la estación de Renfe, trasladarse a otros terrenos del entorno del futuro Parque Central o incluso en un emplazamiento alternativo de la ciudad

DIARIO INFORMACIÓN 22/09/2023

Parecía un debate cerrado en Alicante. Todo apuntaba, y más tras aprobarse el plan estructural de la OI/2 (ligada al Parque Central), a que la futura estación intermodal se ubicaría junto a la actual estación de Renfe, faltaba por concretar si sería un apeadero o también incluiría aparcamiento para los vehículos. Sin embargo, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha reabierto el debate durante una intervención en el Salón Azul. «Estamos repensando la estación intermodal con la Generalitat Valenciana«, ha desvelado Barcala este jueves durante su balance de los primeros cien días del gobierno salido de las urnas del 28M.

El regidor popular pretendía quedarse ahí, pero ha tenido que aclarar más las intenciones que hay sobre la mesa a preguntas de los medios, aunque no era el propósito de una convocatoria en la que ha presumido de la gestión realizada desde que se conformó el gobierno a mediados de junio. «Aprobamos el plan estructural de la OI/2 y ahora tenemos que ver el pormenorizado. La cuestión es hasta qué punto es interesante que la estación de autobuses también esté en esa zona, pudiéndose canalizar entonces un exceso de líneas. Si reordenamos la avenida Aguilera, no se puede cargar todo el tráfico de autobuses por el mismo sitio. Desde Generalitat nos han planteado lo mismo», según ha explicado Barcala, quien ha rechazado la opción de construir un apeadero, que era el proyecto que defendía el anterior concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos): «El apeadero no tiene sentido«. También ha puesto en cuestión la futura estación intermodal del TRAM, cuya obra está en fase de licitación. «Desde Generalitat se había planteado una macroestación, pero teniendo una estación en Luceros, a 150 metros, puede no ser necesario, tanto por complejidad como por coste».

Sin desvelar más detalles, Barcala sí ha admitido que hay alternativas en estudio para la intermodal: «No se puede cerrar la puerta a ninguna alternativa, incluso fuera de la OI/2. Todas tienen sus pros y sus contras. Es una cuestión de pegarle una buena pensada. Hay que pensar en la ciudad de dentro de veinte años». Eso sí, el alcalde ha garantizado «la intermodalidad», aunque, según ha precisado, «compatibilizándola con la movilidad de la ciudad ordinaria«. Por ahora, según ha reconocido, no hay plazo concreto para encontrar una solución, para la que ha señalado que se escucharán a «especialistas».

Esta puerta abierta a nuevas ubicaciones para la intermodal se conoce cuatro meses después de que el Pleno de Alicante, en la recta final del pasado mandato, aprobase el Plan Especial de la OI/2, del que depende la construcción del Parque Central y la Estación Intermodal, una promesa de hace tres décadas que llevaba ocho años de bloqueo. El punto, que necesitaba 15 votos a favor al tratarse de un asunto de planeamiento urbanístico, salió adelante por unanimidad, con el apoyo del bipartito y toda la oposición (PSOE, Unidas Podemos, Compromís y Vox).

«Sumamente satisfecho» de estos cien días

Al margen del futuro de la estación intermodal, que se ha hecho con el protagonismo de la intervención, Barcala se ha mostrado «sumamente satisfecho» del trabajo del equipo de gobierno durante estos primeros cien días. En su resumen de gestión, el alcalde ha hecho un repaso por los «avances en la transformación física de la ciudad, la mejora del transporte y la limpieza y el apoyo a sus sectores productivos», destacando la reapertura «antes del plazo previsto» del frente litoral, los avances en Ramón y Cajal y el eje Gadea-Marvá, así como la renovación de las calles Sevilla, Castaños y Sargento Vaíllo y las plazas de San Antonio y Óscar Tordera.

Eso sí, el alcalde ha pasado por alto los retrasos en la ejecución que han acumulado las principales actuaciones impulsadas, incluida la del frente litoral (donde la plaza de Canalejas todavía espera una reapertura prevista para el 16 de agosto) o Ramón y Cajal y su entorno, entre otras. Barcala ha vuelto a asegurar que los autobuses volverán a pasar por Soto y Gadea en octubre, aunque sin fijar una fecha concreta todavía.

Sobre la polémica por la gestión de los árboles, el regidor se ha limitado a decir que se plantarán 600 «nuevos árboles» en las obras impulsadas en la ciudad. Tampoco ha hecho alusión a otras controversias, como la pérdida de una subvención de 535.000 euros de la Diputación para hacer frente al pago de gasto común o el curso de tarot para promover el «éxito empresarial».

Por otro lado, aunque sin mayor concreción, Barcala ha asegurado que impulsará una «reorganización» del Ayuntamiento para apostar por una estructura «moderna y de futuro», priorizando la «eficiencia, la eficacia y la transparencia», aunque sin querer entrar en detalles sobre la idea de impulsar la figura del director general, tal y como avanzó hace poco después de conformar el gobierno. Al respecto, se ha comprometido a concretar en breve la implantación de la carrera profesional, una promesa electoral de 2019 cuyo retraso provocó la primera huelga de la plantilla municipal.

De las nuevas contratas, Barcala ha puesto en valor el nuevo servicio del transporte urbano, incidiendo en la ganancia de dos millones de viajeros a lo largo de este 2023, además de la gratuidad del servicio para los jóvenes y las bonificaciones para el resto de la población.

Sobre la limpieza, «el gran caballo de batalla», según ha admitido, ha avanzado que las mejoras están listas en «seis meses», aunque ha subrayado que ya está implantado el barrido en los fines de semana y se están colocando los nuevos contenedores, a un ritmo de un millar por mes. «Ahora lanzaremos una amplísima campaña de concienciación», ha asegurado, a la vez que ha avisado que se reforzarán las multas contra los incívicos, tras imponerse menos de una sanción al día durante 2022 por incumplir la ordenanza de limpieza, ahora en periodo de revisión.

También ha puesto en valor el regreso de la policía de barrio, con más de un centenar de agentes por la ciudad, con la misión prioritaria de estar presentes en la entrada y salida de los colegios.

«Indignante»

La portavoz municipal socialista, Ana Barceló, ha expresado su «indignación» tras escuchar cómo el alcalde ha desvelado «su pretensión de renunciar a la construcción de la estación intermodal que la Generalitat Valenciana había proyectado en Alicante, y que ya está licitada por más de 132 millones de euros, situando así a la ciudad al nivel de las grandes capitales españolas y europeas». «Estamos estupefactos. El pasado mes de marzo tanto Barcala como Villar insistían en ubicar la estación de autobuses en la estación intermodal. Hoy, por contra, nos dice que la intermodal es mucho para Alicante, que no es necesaria. El alcalde no está pensando en la Alicante del futuro, porque el futuro de Alicante debe pasar por una estación intermodal», ha señalado Barceló, quien se ha preguntado si la renuncia de Barcala a este proyecto tiene que ver con la bajada de impuestos que ha anunciado el presidente de la Generalitat. «¿Mazón renuncia a ingresos y ahora no hay fondos para ejecutar la intermodal de Alicante? Es indignante«. La dirigente socialista ha criticado que esa decisión la haya tomado Barcala «sin consultar a la oposición ni a los principales agentes» de la ciudad. «Hablamos de un proyecto que viene demandando la ciudad desde hace años y que él mismo ha reclamado de forma insistente a la Generalitat», ha apuntado. En cualquier caso, ha añadido.

Por su parte, el portavoz de Compromís, Rafa Mas, ha criticado el balance de los cien días del alcalde. «No sabemos si el alcalde vive en un mundo irreal o nos miente a todos. Nos preocupa que el alcalde no sepa qué hacer con la intermodal. Ahora se plantea dónde va a ir», ha apuntado Mas, quien ha añadido: «Nos preocupa que habla de una ciudad limpia, cuando la contrata ya está incumpliendo el pliego. También que presuma de abrir una carretera con una mediana nueva y 44 palmeras que nos ha costado dos millones de euros o de obras, cuando tienen un retraso medio de varios meses».

Por último, el portavoz de EU-Podemos, Manolo Copé, ha lamentado que el alcalde haya «vendido como grandes logros de estos cien primeros días cuestiones que son lógicas del funcionamiento habitual del gobierno municipal». «Lo que se ha agravado es la brecha social. La desigualdad se sigue agrandado, hay algunos barrios que están muy deteriorados y degradados, que necesitan una regeneración a todos los niveles. Y eso con los años se ha incrementado. Y no es solamente en los barrios. Todo es fruto -según Copé- de la falta de políticas que intenten reducir esa brecha. Hay un deterioro evidente en la ciudad en muchos sentidos, y sobre todo en la parte social. Una situación que no parece contemplarse de manera decidida tras escuchar al alcalde».

Además, ha criticado que «no se han puesto las bases en estos cien días para solucionar los grandes temas que afectan a nuestra ciudad: el Parque central, la apuesta por un servicio de transporte municipal de calidad, el PGOU, los vertidos a la bahía, la relación con el puerto, la falta de mantenimiento de los lugares públicos de la ciudad». «Sin olvidar, de nuevo, la gestión de limpieza que tras tres semanas de servicio de la nueva contrata, sigue mostrando sus carencias. Ha hablado del modelo del modelo de ciudad, pero nadie lo conoce ni sabe el rumbo que pretende tener esta ciudad a medio, largo plazo», ha agregado el concejal de EU, que a su vez ha criticado «el ninguneo a las organizaciones de los trabajadores del propio Ayuntamiento y la falta de compromiso real con los trabajadores municipales, a los que se acusa cuando hay fallos en la gestión, es una muestra evidente del desprecio a la función pública».