DIARIO INFORMACIÓN» – 26/09/2019

Los manifestantes han recorrido parte de la Gran Vía tras salir del Puente Rojo

Unas 150 personas han respondido esta tarde a la llamada de la Plataforma Renfe y diversas asociaciones vecinales y han participado en una puequeña marcha -corte de tráfico incluido- para reivindicar el desbloque del proyecto del Parque Central, acordado el pasado mes de abril por lo socios de Avant pero que sigue sin tener todavía el documento firmado porque falta la firma del alcalde, Luis Barcala. Los asistentes, entre los que se encontraba el edil de Compromís, Nacho Bellido, portaban una pancarta en la se podía leer «Parque Central ya, basta de mentiras».

El plan acordado en 2003 preveía mover cerca de medio millón de metros cuadrados tras la llegada del AVE para levantar viviendas, zonas verdes sobre una superficie de 160.000 metros cuadrados y la construcción de una estación intermodal en la que junto al AVE tuvieran cabida coches, autobuses y el TRAM. La llegada de la Alta Velocidad y la crisis económica lo pararon todo y no se volvió a saber nada hasta el 20 de julio de 2017 cuando en un encuentro a cuatro bandas (Adif, Ayuntamiento, Generalitat y Renfe) se acordó que el Ministerio de Fomento se hiciera cargo de los 62 millones de euros que debía la sociedad Avant y pagara otros 89 millones por recuperar la estación del ferrocarril. Además, Adif debía asumir, en función de su porcentaje de participación en Avant, las obras de urbanización del futuro parque en el suelo liberado del uso ferroviario.

Un acuerdo que se condicionó a la modificación del convenio inicial firmado en mayo de 2007. Para ello se acordó entre los socios redactar una adenda (Adiciones o complementos añadidos a un escrito), que posteriormente debe ser ratificada por todas las partes. En febrero de este año el Ministerio de Hacienda rechazó el primer borrador y todo se volvió a reactiva el pasado mes de abril.

En Alicante habla de la construcción de un gran parque central desde mediados de los años 90, cuando el alcalde Ángel Luna y el entonces ministro de Obras Públicas, Josep Borrell, comenzaron a negociar el asunto. En 2003 con Sonia Castedo, entonces de edil de Urbanismo, llegó a anunciar en la zona un «Manhattan alicantino», y hoy todavía hay quien no descarta la posibilidad de retranquear la estación al Cementerio.

El plan urbanístico tiene un coste aproximado de 40 millones de euros y un plazo de ejecución, en fases, que se prolongará unos diez o doce años. En 2016 se llegó a apuntar, incluso, que las primeras reparcelaciones podrían comenzar en a principios de 2019. Desaparecía entonces el puente rojo de la Gran Vía, que según los técnicos no tendría sentido sin las vías en superficie, y el aparcamiento público de la estación.