ALICANTE PLAZA – 14/01/2019

El acuerdo concertado entre el Ayuntamiento de Alicante y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para retirar la última vía que todavía discurre en superficie sobre zona urbana no solo incluye un horizonte temporal de ejecución. Además del compromiso de que esas traviesas quedarían suprimidas en un plazo de nueve meses, el ente público dependiente del Ministerio de Fomento habría precisado cuál sería la inversión concreta necesaria para conseguirlo: 1,7 millones.

Fuentes municipales precisaron a Alicante Plaza que la operación quedó pactada durante la última reunión de trabajo desarrollada en Madrid entre responsables de la Concejalía de Urbanismo y de Adif. En ese encuentro, se sentaron las bases del acuerdo para que se produjese la cesión de la parcela propiedad de Adif que bloqueaba hasta ahora el fin de las obras de la Vía Parque y se confirmó que ya existía un proyecto redactado sobre la mesa para eliminar esas vías.

Según el calendario que se detalló entonces, las obras deberían comenzar entre marzo y abril para terminar seis meses después. Para entonces, Adif ya debe haberse proporcionado de una fórmula alternativa para acometer trabajos de mantenimiento y reparaciones en el trazado ferroviario de las líneas que conducen hasta Alicante. Nada ha trascendido sobre cuál puede ser ese nuevo sistema, aunque todo parece indicar que podría tratarse de un retranqueo de ese centro técnico de reparaciones, fuera de la zona urbana del término de Alicante. 

Sea como fuere, la trascendencia del compromiso reside en que -si la programación se cumple-, antes de que finalice 2019 (octubre-noviembre) debería haber desaparecido el último obstáculo físico que impide un tránsito peatonal seguro entre los barrios de San Blas, Benalúa y Ciudad de Asís después de que se construyese el cajón soterrado de las vías con motivo de la llegada del AVE. Ese paso resulta imprescindible para que pueda ejecutarse el llamado Parque central sobre los terrenos liberados de la playa de vías, además de la reurbanización de todo el entorno, en el que se prevé dar cabida a cerca de 2.500 viviendas de nueva construcción.