DIARIO INFORMACIÃN» – 29/03/2016

El Consell advierte al tripartito de que el proyecto cuesta 250 millones de euros, que ni tiene la sociedad Avant ni Fomento. La Plataforma Renfe denuncia que todo son maniobras para no hacer nada y pide amparo al alcalde.

La propuesta del concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, de trasladar la actual estación del AVE al cementerio, durante la primera reunión de la comisión de trabajo creada para desbloquear el desarrollo de la Operación Integrada 2 (OI2), bloqueada desde su aprobación el 9 de marzo de 2015, ha dejado en el aire que Alicante pueda contar con una estación central en la que confluyan los trenes AVE, los autobuses y los taxis. El gran problema que impide el planteamiento de la Concejalía de Urbanismo es su coste. Retranquear la estación cuesta 250 millones de euros y ni Avant –sociedad en la que participan Ayuntamiento y Generalitat– ni el Ministerio de Fomento tienen el presupuesto. Ni el actual ni el futuro. No hay un euro en caja y, si no hay soterramiento definitivo y las vías en superficie que quedan no se retiran, resulta imposible la gran apuesta del tripartito de crear un gran parque central esta misma legislatura. 

El tripartito tiene como una de las prioridades de esta legislatura acelerar la tramitación del OI2 para que las obras del parque central comiencen esta misma legislatura rebajando, además, las alturas en las 1.700 viviendas previstas junto al parque.  Se busca una solución al abandono que sufren los terrenos ya liberados de las vías entre la Vía Parque y el entorno de la actual salida en trinchera del ferrocarril. También se mantendrá el Puente Rojo.

El edil Miguel Ángel Pavón votó en contra del proyecto urbanístico cuando era oposición municipal como concejal de EU – siempre estuvo en contra de la operación tal como la diseñó el PP– y ahora, en el gobierno, trata de imponer su criterio. Se ha perdido un año, se han hecho múltiples cambios y ahora habrá que incorporar nuevas modificaciones.

En principio, la mesa de coordinación parte con la idea de mantener el Puente Rojo, los dos tinglados ferroviarios que quedan en terrenos de la estación y con la decisión consensuada de rebajar la altura de las 1.700 viviendas previstas en un principio de diez, quince y hasta 30 alturas. Todo sobre una superficie de 220.000 m2 en la  que encajar también el gran parque central. Algo que pese a aprobarse en pleno ha cambiado sustancialmente, porque ni ha habido soterramiento de las vías del tren tal como se anunció en un principio, ni se ha construido la estación intermodal. A partir de ahí todo se complicó en un proyecto a desarrollar por fases y, además, en no menos de diez años. Ayuntamiento y Consell sí coinciden al considerar este proyecto como fundamental para dotar a Alicante de más espacios verdes. Eso sí, de momento sigue sin presupuesto.

Los vecinos, por su parte, están cada vez más preocupados, tal como denuncia José María Hernández Mata, uno de los portavoces de la Plataforma Renfe. «Sospechamos que los movimientos que se realizan ahora van dirigidos a cambiar el plan proyectado, de manera que no se pueda ejecutar, que es lo que parece que pretenden para situarnos en la disyuntiva de volver para atrás y colocar su técnicamente imposible y disparatado proyecto de llevar la estación intermodal junto al cementerio. Esto nos causaría un gran perjuicio a los más de 20.000 vecinos que vivimos alrededor de las instalaciones ferroviarias, que permanecerían en estado de miseria urbana, incomunicación e inseguridad por 20 o 30 años más».

Hernández Mata advierte, por otro lado, de que «sería un despropósito perder los 300 millones de euros que ya se han invertido en lo ya realizado. Nos quieren engañar, y ya somos veteranos para estas cosas. Aquí el que manda es Adif y todo lo que se cambie no sale adelante si ellos no lo aprueban y salvan sus interés y ya podemos decir Misa. El terreno es suyo y es el Ministerio el que marca esas directrices. Son casi treinta años peleando con ellos, con todos los gobiernos que ha habido, y hemos logrado avances pero no lo que queríamos, nosotros aceptamos pequeñas variaciones de la OI2, que no afecten de manera importante, de forma que Adif no la eche abajo, es decir que no queremos mas retrasos, ni cambios de proyectos, ni nuevos estudios». «Todo esto queremos decírselo en persona a los responsables de Urbanismo de la Conselleria y también al alcalde, que no hace nada por recibirnos y se lo hemos pedido varias veces», subrayó el portavoz de la plataforma.